jueves, 14 de enero de 2010

¿... Y POR QUÉ NO INTENTAMOS MEJORAR?

Un instituto nuevo. Es lo que necesitamos. Nos dijeron hace ya un tiempo que lo tendríamos, pero parece ser que eran solo palabras. Por lo que yo pude entender, cuando dijeron eso, si había el dinero y el interés suficiente para llevar a cabo esta idea, pero ahora no. El dinero se destinó a alguna otra actividad…pero, ¿por qué? ¿No se dan cuenta de cómo estamos?
El instituto en el que ahora tenemos que apañarnos, está francamente viejo. Uno de los defectos son las goteras que hay en nuestra clase (que seguramente no sea la única clase que las tenga). Ahora estamos en inverno, y está lloviendo prácticamente a todas horas, con lo cual, nos hemos visto obligados a mover las mesas de sitio y apiñarnos en el medio para no mojarnos, y la fantástica y maravillosa solución ¿cual es? Tres cubos. Ni siquiera se reparan las goteras, ¿para qué? Si podemos permitirnos el lujo de plantar tres cubos y problema solucionado…pues no, así no vamos a ninguna parte.
Hay veces que en mi clase tenemos problemas para ver la pizarra con el reflejo que entra por la ventana, pero también es mucho pedir unas cortinas. O como las veces que nos hemos quedado sin calefacción…No es plan de estar en clase con el abrigo puesto porque sino, tienes frío. ¿Y cuando vamos con Vega al laboratorio? Primero que no es que sea un laboratorio magníficamente equipado de material, y a parte hace un frio tremendo. También, otras veces no tenemos suficiente material para hacer alguna actividad y cosas así.
Y no hay que olvidar, por supuesto, el inconveniente de que el instituto esté dividido en tres edificios separados. Esto es problemático tanto para los profesores como para nosotros, ya que a ellos muchas veces les coinciden 2 horas de clase seguidas en distintos edificios, asique tiene que desplazarse corriendo para llegar a tiempo y con todo ellos, a veces llegan tarde. Además, si tiene que salir corriendo, no pueden atender a las dudas que queramos preguntarles al final de la clase, porque se tienen que irse, y si ya de paso, se olvidan en uno de los edificios algo que necesitan para dar clase en el otro, no pueden volver a buscarlo porque sino perderían mucho tiempo. Nosotros, a su vez estamos separados de amigos, hermanos o primos que tengamos en los otros cursos, o también, hay veces que necesitamos hablar con la jefa de estudios, Alicia, pero no podemos porque está en el edificio 1 por ejemplo.
Y no voy a olvidarme de lo que pasó el año pasado, cuando los alumnos de lo que era el 1-4, tuvieron que desplazarse hasta el edificio de bachillerato con la profesora de sociales y al cruzar la calle para llegar a dicho edificio, un coche atropelló a uno de ellos.
Creo que todas las razones que aquí aporto son más que suficientes para darse cuenta de por qué pedimos casi a gritos un instituto nuevo. Porque creo que nosotros no somos menos que los chichos y chicas de, por ejemplo, Salamanca o cualquier otra ciudad, que estudian en institutos en condiciones y con los medio suficientes. Nosotros también tenemos derecho a eso, pero parece ser que, por ahora, no podemos hacer gran cosa, y lo único que nos queda es seguir protestando y esperar a que nos hagan caso.



Cristina Rodríguez Sánchez
2º ESO 3

1 comentario:

Unknown dijo...

Chic@s, pese a todas las dificultades sois grandes. Bravo por defender lo que por justicia os pertenece. Ojalá más jovenes fueran tan comprometid@s como vosotr@s. Ánimo y un saludo.
Elena.